En un prado de la provincia de Ourense vivía una vaca conocida por todos como Negrita. La llamaban así porque era totalmente negra. Además de ser negra era muy gorda y grande y tenía unos cuernos, también negros, que medían cincuenta centímetros. Aunque su aspecto era intimidatorio, Negrita era querida porque era cariñosa con todos a pesar de ser salvaje. Eso, por el día. Por la noche empezaba a ponerse nerviosa y a mugir descontroladamente. Sus brillantes y tiernos ojos negros empezaron a perder su brillito de alegría y sus cuernos parecían más afilados que por el día. Ver así a Negrita daba verdaderamente miedo.
Un día, un grupo de cazadores decidió ir a celebrar la buena jornada con una merienda en el prado. Se pasaron la tarde comiendo sandwiches y bebiendo cerveza. Tanta cerveza bebieron que estaban borrachos como cubas cuando Negrita, como siempre, paseaba por el prado. Entonces decidieron sacar sus escopetas y hacer puntería con ella. Empezaba a anochecer y Negrita comenzó a ponerse nerviosa como siempre, pero esta vez, mugía furiosa. Los cazadores empezaron a lanzarle piedras y Negrita comenzó a correr hacia ellos, con sus dos cuernos apuntándoles. Se levantaron y salieron corriendo puesto que Negrita los perseguía y rápidamente los alcanzó y les dio infinidad de cornadas.
Los cazadores lograron escapar con vida y Negrita desapareció para siempre.
Príncipe Misterio. 13 años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario